Antonio Mercado Flórez. Filósofo y Ensayista.
La actualidad puede
definirse como un presente posthumano que
rompe con los presupuestos de la Ilustración:
el sujeto cartesiano del cogito, la
Kantiana comunidad de los seres
racionales y, en términos sociológicos, el sujeto ciudadano titular de derechos y propietario. (Rosi
Braidotti). Por tanto, los paradigmas que servían como puntos de referencia
para conceptualizar, ubicarnos y proyectarnos en el mundo como especie y como
seres humanos, ya no responden a las apetencias humanas. Es decir, que la
esfera política y la relación con los otros ha cambiado.
Lo posthumano lleva a la
descentralización del Hombre, como medida de las cosas. Porque el desarrollo
tecnológico y la globalización lo han desestructurado, y su lugar lo ocupa hoy,
el robot, la biotecnología, las imágenes en movimiento, los órganos
artificiales, los lenguajes digitales, etc. Eso, que denomina George Steiner, cultura del artificio. Esta visión
posthumana repercute en la concepción de las ciencias sociales y las ciencias
humanas, que tenían sobre el Hombre. Estamos inmersos al mismo tiempo en una
situación de <<poscultura>>,
al decir de Steiner.
Así, la teoría dual de
naturaleza y cultura, se sustituye por la interacción entre naturaleza y
cultura. Las categorías de lo natural y lo cultural han sido desplazadas por
los efectos del desarrollo científico y tecnológico. Esto repercute en los
paradigmas con que se percibe y se actúa, en las esferas políticas, económicas,
sociales y culturales. Preguntamos, ¿cómo lo posthumano remplaza a lo humano?
¿cuáles son los diques de contención para resistir a lo inhumano de nuestra
época? ¿de qué teoría crítica se vale el hombre para pensar, analizar y
criticar el presente-actual?
Si la época actual exalta
la opinión pública, el beneficio económico, la política, la banalidad del
interés individual, la degradación del lenguaje y del pensamiento, sobre los
valores morales, éticos y espirituales. Lo posthumano domina en las sociedades
conectadas tecnológicamente.
En el siglo XIX F.
Nietzsche declaró la muerte de Dios y la disolución de la idea del hombre que
articulaba el entorno natural y humano. Ruptura la auto evidencia atribuida al
ser humano, a la fe en la metafísica y la validez universal del sujeto humanístico
europeo. Lo que hace Nietzsche,
Marx y Kierkegaard, es, desafiar las premisas básicas de la religión, del
pensamiento político y de la metafísica tradicionales, invirtiendo
conscientemente la jerarquía de los conceptos.
Sin embargo, ni esa secuela del siglo XX ni la rebelión decimonónica
contra la tradición ocasionaron realmente la ruptura de nuestra historia. Tal
ruptura nació de un caos de incertidumbres masivas en la escena política y de
opiniones masivas en la esfera espiritual, que los movimientos totalitarios,
merced al terror y a la ideología, hicieron cristalizar en una nueva forma de
gobierno y dominación. (Arendt).
Arendt cree que la dominación
totalitaria como un hecho establecido, rompió la continuidad de la historia de
Occidente. La ruptura de nuestra tradición es un hecho consumado. Por tanto, el
propio hecho marca la división entre la época moderna –que surge con las ciencias
naturales del siglo XVII, llega a su clímax político en las revoluciones del
XVIII y despliega sus repercusiones generales después de la Revolución
Industrial del XIX –y el mundo del siglo XX, que llegó a la existencia a través
de la cadena de catástrofes ocasionadas por la Primera Guerra Mundial.
Considerar que los pensadores de la época moderna, en especial los que en el
siglo XIX se rebelaron contra la tradición, fueron responsables de la
estructura y las condiciones del siglo XX es injusto y, aún más, peligroso.
(Arendt).
Lo importante de esos
pensadores estriba en que percibieron su mundo como un ámbito invadido por
nuevos problemas e incertidumbres que nuestra tradición de pensamiento era
incapaz de enfrentar. Así que, Kierkegaard, Marx y Nietzsche son para nosotros
como letreros indicadores de un pasado que perdió su autoridad. Ellos fueron
los primeros que se atrevieron a pensar sin la guía de una autoridad; con todo,
para bien o para mal, aún se encontraron insertos en las categorías de la gran
tradición.
Así que, el salto de
Nietzsche desde el reino trascendente no sensual de las ideas y dimensiones al
reino sensual de la vida, su <<platonismo invertido>> o
<<transvaloración de los valores>>, fue la última tentativa de apartarse
de la tradición y su éxito se redujo a ponerla cabeza bajo. (Arendt).
Podemos decir que, el descubrimiento de la Antigüedad
durante el Renacimiento fue el primer intento de romper los grillos de la
tradición, yendo a las fuentes mismas para establecer un pasado sobre el cual
la tradición no tuviera influencia. Martín Heidegger desgarra el hilo de la
tradición para establecer un pasado desde el griego Antiguo el cual posibilite pensar
el ser, la filosofía, el hombre, el lenguaje, la ciencia, la técnica, la
metafísica y la cultura occidental en general. Podemos expresar que Marx,
Nietzsche y Kierkegaard, establecen las bases de los límites del humanismo y
las críticas antihumanas, que servirán como fundamento para el debate sobre la
situación posthumana.
En la época actual el
capitalismo global y las tecnologías biogenéticas generan una forma perversa de
posthumano. Posibilitan la ruptura de la interacción del hombre y el animal,
desde el instante que la vida animal o humana, se consideran existencias de la
economía global. Que trae la conversión del hombre en número o en objeto; como
la acumulación hipercapitalista de la riqueza; la conversión del ecosistema en
el aparato global de producción o la trasformación de la naturaleza en reserva
mundial de producción.
Así, pues, la situación
posthumana representa la realidad de la
cultura del artificio y las redes sociales, como expresión del
contexto multimedia de entretenimiento. O, en otras palabras, la sustitución de
la realidad por las imágenes que exaltan el sentido
del artificio sobre el sentido de
realidad. Como la descentralización del sujeto humanístico europeo y
occidental disperso en los dispositivos técnicos (Plataformas Digitales,
Twitter, Facebook, Medios de Comunicación de Masas, Redes Sociales, etc.).
De ahí que la situación
posthumana se caracteriza por un alto porcentaje de momentos posthumanos: la
proliferación de aparatos tecno militares y la pluralidad de conflictos
periféricos a nivel global. Consecuencia que el mundo global está gestionado
por el miedo, el dolor y el sufrimiento humano y animal. Donde predomina el
control de la vida, de lo político, lo social y lo cultural, de la población
mundial. Por eso, la biopolitica y la
tanatopolítica se convierten en dos
caras de la misma moneda.
Desde un punto de vista
pedagógico e investigativo en el ámbito social, la crisis de la centralidad del
sujeto repercute en lo posthumano y
se relaciona a la crisis de las ciencias sociales y las ciencias humanas. De
ahí que sea necesario la creación de un saber desde un punto de vista social en
sintonía con los principios fundamentales de justicia social, respeto a la vida
y a la dignidad humana, a la diversidad y el rechazo al falso universalismo.
Que se concatenan a los presupuestos de la libertad académica e investigativa,
al antirracismo y la xenofobia, en búsqueda de la apertura al otro y de la
cooperación individual y colectiva.
La situación en que se
encuentra el ser humano en la actualidad se trata que los ideales del pensar
futuro, sean compatibles con los valores de una filosofía humanista. Que la
crítica del pensar futuro posibilite la creatividad desde una pluralidad de
puntos de vista, en el ámbito posthumano de la globalidad. Que las nuevas generaciones de sujetos cognoscentes, luchen por
establecer un pan humanismo que luche contra el provincianismo mental, el
sectarismo ideológico, la corrupción, el miedo y el dolor. Que la libertad sea el <<núcleo>>
para pensar y criticar las relaciones de poder. Se necesitan nuevos umbrales
sociales, políticos y éticos, para pensar los cambios que hay que afrontar en
la actualidad. El pensar futuro debe buscar paradigmas de reflexión, de saber y
acción, como alternativos a los que dominan en la actualidad.
Madrid-España a 06/11/2021