La importancia de la literatura y de las
humanidades en general
Madrid-España a 20/10/2025
A
la memoria de los profesores, de las aldeas, los pueblos y las ciudades de mí
país y del mundo.
Antonio Mercado Flórez. Filósofo
y Pensador.
El escritor Antonio Scurati en la ceremonia
de concesión de la medalla del Circulo de Bellas Artes de Madrid
2025, decía refiriéndose a Albert Camus y el compromiso de la literatura con el
mundo actual. “Respecto a la naturaleza del compromiso con el que
la literatura debía contribuir a impedir la destrucción, el autor de El
extranjero y La peste no tenía dudas: ponerse al
servicio de la verdad y de la libertad, rechazar la mentira y resistir a la
opresión”.
También preguntaba, “¿qué
significa servir a la libertad en una época en la que la política soberanista
triunfa por doquier reivindicando de manera obscena la libertad de suprimir y
humillar la libertad ajena? ¿Y cómo podemos servir a la verdad en una era de
posverdad, cuando no se trata ya de contrarrestar la falsedad, sino de evitar
ahogarnos en una avalancha mediática de emotividad, prejuicios e ideología que
niegan en su propia raíz los hechos objetivos, la ciencia y el conocimiento?”
En el mundo actual la posverdad
se ha convertido en fundamento de las creencias colectivas, que niegan y
sustituyen la relación con el mundo y la realidad. Porque las informaciones
llanas y simultaneas de los medios masivos de comunicación, las redes sociales,
que informan a los sujetos receptores determinando su interés, no suministran
elementos para la conducción de la vida o la orientación en la realidad. Que
las relaciones de poder sostienen sobre el sistema general de la información,
lo único que realmente interesa y es propiamente constante.
Así que, la verdad en este tejido
de información fugaz y pasajero, se convierte imperceptible e indetectable,
irrelevante e inoportuna. Es decir, los que manejan el Poder Tecnológico y el Poder
Político, superponen la falsedad sobre la verdad, mediante la alteración de
la conciencia y de la zona de la sentimentalidad, con
imágenes e ideologías que niegan los hechos verdaderos, el conocimiento y la
ciencia.
En los Estados Modernos existe
una relación intrínseca entre periodismo, novela y democracia. La novela se
desarrolla en un ámbito democrático, que afirma que toda vida del ser humano
merece ser narrada, con un lenguaje popular en consonancia con sus modernos
antihéroes. La novela refleja al mundo y enriquece al ser humano a través de la
ficción. También ofrece entretenimiento y fomenta el desarrollo integral de la
personalidad. Además, es un registro histórico, social y cultural, que
posibilita comprender otras épocas, realidades socio-políticas y culturales.
En la actualidad con el
predominio de la técnica en los asuntos humanos, los lenguajes digitales y las
imágenes en movimiento, paralizan las funciones del cerebro como la atención y
las habilidades de lectura profunda de textos complejos. De ahí que los
lenguajes digitales y las redes sociales, han generado un resurgimiento del
analfabetismo literario, del análisis y la crítica de textos y de la realidad.
Por tanto, el declive de la
capacidad de leer, se relaciona con el declive de las capacidades cognitivas y
del lenguaje natural. La saturación de información digital y de las imágenes en
movimiento, entorpecen el libre desarrollo de la imaginación y del lenguaje en
general. Se olvida que, el pensamiento es una forma del lenguaje. Esto trae
como consecuencia, la parálisis del pensamiento, del análisis crítico de la
vida, la realidad y el mundo. En consecuencia, la memoria, la rememoración y
los movimientos del pensamiento, no respondan a las necesidades morales,
éticas, espirituales y materiales, del individuo y de la sociedad.
En la actualidad los discursos
rupturistas, populistas, nacionalistas y autoritarios, que se diseminan en las
redes sociales crean miedos paranoicos, creencias irracionales, emociones
pasajeras, que aíslan a la joven generación y a la sociedad en general, de los
umbrales del conocimiento y las experiencias. Que posibilitan desandar lo
andado y develar el presente desde el pasado para comprender el futuro. Por eso
los “analfabetos y las analfabetas digitales” responden a los
discursos y las imágenes, agresivas y excluyentes del ejercicio del poder, que
se implementan en las redes sociales, el periodismo y los medios de
comunicación de masas.
Ahora bien,
“existe un vínculo, causal e histórico, entre el desarrollo de la
literatura y el desarrollo de la democracia” -al decir de Antonio Scurati.
En la Época Moderna el estado de
literatura, de poesía y de novela, está concatenado a la capacidad de leer, al
advenimiento de las sociedades abiertas, al Estado de Derecho y los Sistemas
democráticos. Como expresó Albert Camus: ¿en qué consiste la “misión del
escritor”? o, ¿Cómo la literatura debe contribuir a impedir la destrucción del
individuo, de la sociedad, del mundo y la realidad? Cuando se pone al servicio
de la libertad, de la verdad, rechaza la mentira y resiste a la opresión. La
literatura contribuye a formar ciudadanos libres, cultos, capaces de razonar de
manera crítica y autónoma.
Porque el nacional-populismo en
la actualidad, en nombre de la libertad nacional discrimina y oprime la
diversidad de la libertad y de la vida. De ahí que la lectura, la literatura,
la poesía, la pintura o, la cultura en general, se convierten en herramientas
para desenmascarar las mentiras ideológicas y del ejercicio del poder. Por eso
impulsan a aumentar la excelencia de nuestra naturaleza, hacer del hombre un
ser más sensible y más inteligente.
A
que la Cultura posibilite el perfeccionamiento del espíritu y de la vida. En la
oscuridad y los espejismos de los lenguajes digitales o, de las imágenes, la
Cultura contribuye a alcanzar la “dulzura” y la “luz”, en la armoniosa
perfección humana.
Uno de los problemas del
nacional-populismo separatista, consiste en que, mal interpreta el concepto de
nación, de lengua, de identidad, de usos y de costumbres, como racional y
lógico. “Y lo irracional en tanto engendro de lo irracional impensado presta
curiosos servicios”: al racismo, la xenofobia, la discriminación, al odio y al
autoritarismo. Creo que no podemos dejar de ser capaces de leer, de analizar,
de criticar y de pensar, el mundo y la realidad, que nos ha tocado vivir.
Porque existe una relación intrínseca entre lectura, democracia, periodismo,
libertad y Estado de Derecho.
La vida de la joven generación se
transforma de muchos modos –dijo Nuccio Ordine en “Clásicos para la vida. Una pequeña biblioteca ideal”: “educando a
los alumnos en la legalidad, la tolerancia, la justicia, el amor al bien común,
la solidaridad humana, el respeto a la naturaleza y al patrimonio artístico, se
realiza en silencio y lejos de los focos, un pequeño milagro que se repite cada
día en cada escuela de cada país, rico o pobre, del mundo. Así que, la buena escuela
la hacen ante todo los buenos profesores”.
Sabemos que la “escuela digital” produce en la mente de
los estudiantes y en su capacidad de aprendizaje, transformaciones profundas.
Pero no educa para la vida, el sufrimiento, la fraternidad, el amor, la amistad,
la justicia, la libertad, el dolor, la muerte, la democracia y el Estado de
Derecho. Sino para otros menesteres que responden a las Plataformas Digitales, al Gran
Poder Político y al Poder Económico
Digital, que entiende la escuela y la sociedad, como un vasto mercado que
explotar.
Esta preocupación sobre la
libertad, la verdad, la opresión, la educación, la cultura y la condición
humana, no le incumbe sólo a quienes hacen parte de las ciencias humanas y la
estética. Sino también a los que se desenvuelven en las esferas del derecho, la
política, la economía o las ciencias positivas. Basta con recordar un pasaje de
un artículo sobre la escuela de Albert
Einstein, que reza así:
La
escuela debe siempre plantearse como objetivo que el joven salga de ella con
una personalidad armónica y no como un especialista. En mi opinión, esto es
aplicable, en cierto sentido, incluso a las escuelas técnicas, cuyos alumnos se
dedicarán a una profesión totalmente definida. Lo primero debería ser, siempre,
desarrollar la capacidad general para el pensamiento y el juicio independientes
y no la adquisición de conocimientos especializados.
Lo importante para los alumnos y
los seres humanos en general, no es la meta, sino el viaje que debemos llevar a
cabo para alcanzarla. Ilustremos esta metáfora con un poema de Costantino Cavafis (1863 – 1933):
<<ÍTACA>>
Mantén
siempre Ítaca en tu mente.
Llegar allí
es tu destino.
Pero no
tengas la menor prisa en tu viaje.
Es mejor que
dure muchos años
Y que
viejo al fin arribes a la isla,
rico por todas
las ganancias de tu viaje,
sin
esperar que Ítaca te vaya a ofrecer riquezas.
Ítaca te
ha dado un viaje hermoso.
Sin ella no te habrías
puesto en marcha.
Pero no
tiene ya más que ofrecerte
Aunque
la encuentres pobre, Ítaca de ti no se ha
burlado.
Convertido en tan sabio, y con tanta experiencia,
Ya
habrás comprendido el significado de las Ítacas.
Como expresó Nuccio Ordine:
“Sacrificar a una meta el valor intrínseco de la experiencia misma de la
aventura del conocimiento significa empobrecer nuestro proyecto”. Así que, el
ser humano siempre debe estar dispuesto al libre cultivo del espíritu y de su
mente, de sus intereses y de su curiosidad. Tener presente, que la educación
forma o deforma la individualidad para siempre.
Que educar en una atmosfera
democrática y libre, que nos ayude alcanzar la libertad y luchar contra el
autoritarismo, el fascismo o el Totalitarismo. Se ha apoyado en la historia de
la cultura y la civilización moderna, en el estudio de las lenguas antiguas, la
filosofía, la literatura, la música y el arte en general.
Que nos permiten percibir el
valor intrínseco de la belleza y la función civil que el arte o las humanidades
pueden ejercer en la formación de la identidad, del pensamiento crítico; como
también en el fomento del crecimiento humano y cultural de un pueblo. Se trata,
en última instancia, de valorar el patrimonio de la humanidad, porque la
“dulzura” y la “luz”, la libertad y la dignidad humana. Está en todos y cada
uno de nosotros.