viernes, 18 de julio de 2025

 

                                               Pinceladas sobre la Época Actual

                                                          Madrid-España a 18/07/2025

 

Antonio Mercado Flórez. Filósofo y Pensador.

 

Es importante recordar, uno de los umbrales que interesa en la actualidad dice: “En la morada de la palabra el hombre piensa”. No existe pensamiento sin lenguaje. Así, el lenguaje expresa modos de pensar y de actuar. Cuando el lenguaje no reside en el logos, se falsea y responde a algo exterior a la esencia que lo constituye. En esa estancia mora el odio, la mentira, la falacia, el disimulo, el engaño, la estafa, y, en términos políticos, el populismo, el nacionalismo, el autoritarismo, el demagogo, el fascista o el tirano. En el mundo del artificio en que viven necesitan de un baúl de máscaras, porque la pretendida imagen interior de la propia naturaleza que llevan de sí mismos es, de un minuto a otro, pura improvisación. Se orienta enteramente, por así decirlo, según las máscaras que le son presentadas.

El mundo es un arsenal de esas máscaras. Y sólo el hombre atrofiado, devastado, las busca como un simulacro en su propio interior. Porque la mayoría de las veces nosotros mismos somos pobres en este aspecto. Por eso somos felices portando las máscaras más exóticas, la máscara del asesino, del farsante, del cuatrero, del violador, del dictador, del terrorista, del banquero, del político, del militar, del guerrillero, del paramilitar, del industrial, del empresario, del torturador, del político, del hombre culto. etc. Mirar a través de ellas nos encanta. Vemos el universo y sus constelaciones, los instantes en que hemos sido esto o lo otro de una vez –Walter Benjamín.

Ese instante despliega sus aristas e ilumina los caminos de la existencia, sus mitos, narraciones o fabulas propias, para justificar el Sistema y las vidas atrofiadas que portan las máscaras.

Así en la historia de la cultura occidental moderna, ese compromiso lo ratifica la historiografía o, el historicismo. Por eso somos habitantes del mundo de la falsedad y la mentira, porque la verdad reside en el olvido. Un espacio donde preferimos obedecer lo oscuro, lo enigmático, lo mítico, y no dejarnos guiar por la sentimentalidad, la imaginación creadora de “forma”, la sana razón o el tejido vivo de la estética de la existencia.

“Ahora, ¿en qué reside la grandeza de los hombres? En reconocer sus fuerzas en las propias derrotas” –al decir de Benjamín.

Somos parte de un mundo donde el pensamiento se encuentra en crisis. Donde el hombre es incapaz de pensar por sí mismo; y también, donde la imaginación se sustituye por las imágenes. Existe en las esferas de la vida humana un cansancio intelectual, una pereza por la pregunta, que conduce inexorablemente a una exaltación de la futilidad. Una época en la que el pensamiento mecanicista, las trivialidades y la civilización de lo efímero, configuran un tipo de hombre. Que responde a la voluntad de poder que se quiere a sí misma, en calidad de voluntad de saber y de dominio. Es un hombre devastado por relaciones de fuerza y saber que no tiene memoria, incapaz de rememorar y de reflexionar sobre el destino que le espera.

Por otra parte, los “escribas”, los expertos en la escritura, por escaso que sea su número, se vuelven aún más indispensables de lo que lo fueron en la Antigüedad y hasta los tiempos de Lutero –y no sólo en el campo de la política y la cultura, sino más todavía en el terreno del culto. En cada uno de los niveles es posible una mutación, igual que en cada momento es posible la muerte -dijo Ernst Jünger. Preguntamos, ¿por qué la pregunta y la reflexión son importantes en esta alta civilización técnica, de sociedad de masas y de cultura de masas? Atreverse a pensar es hacerlo contra la “lógica”, significa pensar lo establecido como verdad y, traer a la luz lo oscuro de la verdad del ser y lo oculto del Gran Poder. Todo aquello que existe en la realidad efectiva de la historia y del presente.

De ahí el pensar futuro se vale de la memoria y la rememoración, de las imágenes y los conceptos, de la experiencia y la imaginación, para que, desde el pasado del presente, comprendamos la actualidad y, también el futuro. Se trata de leer en la vida y las formas perdidas y aparentemente secundaria de aquella época, la vida y las formas de hoy –dijo Benjamín en el Libro de los Pasajes.

En la historia de la humanidad y las diversas civilizaciones, han existido plurales formas de leer e interpretar la naturaleza, la existencia humana, la cultura, según Heidegger, pero no su sentido. Ahora bien, el ser humano desde hace 20.000 años ha cambiado poco, con respecto al hombre actual. Por eso estudiar al homo sapiens (desde la perspectiva de la esfera cognitiva, la historia, la experiencia y el lenguaje), posibilita comprender al hombre en la actualidad. Permite develar sus miedos, sus angustias, sus esperanzas, sus sufrimientos, razones y sin razones de la existencia. Porque este hombre está oculto en todos y cada uno de nosotros; y constata que en el devenir del tiempo es uno y todos los hombres. Solo lo diferencia un “saltito” en el devenir histórico de la humanidad.

No olvidemos que, “el hilo conductor que posibilita comprender el (eidos), la especie, y también la naturaleza, es el logos. Los griegos definen al hombre como el ser vivo al que le es propia la palabra. Como lo expresa Heidegger: “Esa determinación de la esencia del hombre, que después llegó a ser corriente en las “definiciones” del homo: animal rationale, el hombre: el ser vivo racional, no significa que el hombre “tenga” la “capacidad lingüística” a la manera de una propiedad entre otras, sino que tener el logos y mantenerse en él señala precisamente la esencia del hombre”.

En Grecia Antigua logos significa narración, conversación, sentencia, concepto; y, él comunica la naturaleza, la vida, el mundo y su fundamento y el cosmos. Esto confirma que la naturaleza del hombre es enteramente lingüística.

La humanidad ahora camina por un desfiladero estrecho y funesto, que la conduce a precipitarse al “brillo” de los instrumentos tecnológicos. En la esfera de la biología y la reproducción técnica de la vida, por ejemplo, que el hombre se produzca a sí mismo técnicamente. Si sucede a gran escala el hombre saltaría por los aires cual costra seca; en la medida que desaparece su esencia como subjetividad. Esto supone que el hombre espiritual y la zona de la subjetividad y la esfera de la sentimentalidad, el que se interroga y se inculpa a sí mismo, sería un hombre situado a nuestras espaldas y los valores de ese hombre, quedan rebatidos por la técnica.

Por eso expresa Jünger: “No faltan esfuerzos tendentes a ganar un mundo en que tengan vigencia valoraciones nuevas y más poderosas”. Lo asombroso de este mundo consistiría en que el hombre llegue a convertirse en mendigo de la técnica y del poder. En este orden, el ser humano no tiene criterios ni categorías para interrogar y enjuiciar a los instrumentos técnicos y el ejercicio del poder.

Así que, tener presente que la voluntad contiene tres esferas la del saber, la del amor y del querer. En ellas se devela el ser, el pensar y el lenguaje. También las categorías de la condición humana: la vida, la natalidad, la mortalidad, la mundanidad, la pluralidad y la Tierra –al decir de Hannah Arendt.

jueves, 10 de julio de 2025

 

 

 

 

    La Joven Generación en la Civilización de la Inteligencia Artificial

                                                                    Madrid-España a 09/07/2025

 

Antonio Mercado Flórez. Filósofo y Pensador.

 

Somos parte de una época donde prevalece la Cultura del artificio: los medios de comunicación de masas, las imágenes “pictóricas” en movimiento, las redes sociales y la IA. Que estructuran y ponen en funcionamiento la civilización abstracta y automática, veloz y efímera, determinada por los instrumentos técnicos. En un momento disruptivo en la vida de los seres humanos, primero fue Internet y la globalización de la conectividad y, ahora estamos en un punto de inflexión con la irrupción de la IA, en todos los ámbitos de la vida humana.

Lo importante en la actualidad es captar, comprender y analizar, como los gigantes tecnológicos se convierten en actores políticos. Vivimos un periodo de transito donde la IA, la ciberseguridad, el ciberataque, el ciberespionaje, determinan la Gobernanza Mundial, la economía, las finanzas nacionales e internacionales, la industria militar, farmacéutica, etc. Una época en la que, la Cultura del artificio condiciona la vida privada y pública de las personas.

Somos parte de una época donde la verdad, la posverdad, la privacidad, la ciberguerra, las guerras hibridas y las guerras en cuanto tal, están alterando la naturaleza humana, la convivencia social, la paz, el Estado de Derecho, las instituciones, el ejercicio del poder y la geopolítica, a nivel internacional. De ahí que el poder, la privacidad, el poder de la información, los relatos políticos, los acontecimientos, el Derecho Internacional y los Derechos Humanos, estén determinados en la actualidad por el Ciberespacio. Es decir, estamos pasando de la realidad a la Ciberrealidad.

Existe una concatenación entre la privacidad, los Derechos Humanos y la libertad. Porque los Estados tecnológicos, los gigantes tecnológicos incentivan la vigilancia masiva, el control y la coerción social. También el dominio sobre las mentes, el espíritu, el comportamiento y la conciencia de los ciudadanos a través de los algoritmos, que responden a relaciones de saber, de dominio y de poder.

Por eso la defensa de la privacidad y de la libertad, son fundamentales en la actualidad; que se libran en las ONG, las instituciones académicas, las universidades, los movimientos políticos, los parlamentos y la sociedad civil, etc. En la actualidad las redes sociales están destruyendo la privacidad y, en particular la de la joven generación. De ahí que el paso de los lenguajes naturales a los lenguajes artificiales, esté posibilitando el vaciamiento de las mentes, del espíritu, de los movimientos del pensamiento y del lenguaje.

        Esto es sumamente grave para los cimientos de la Civilización y la Cultura Occidental.

De ahí defender la privacidad y la libertad del ser humano, es algo importante para la democracia y el Estado de Derecho. La educación debe educar la individualidad desde la niñez en la defensa de los derechos y las libertades fundamentales. También la defensa de su privacidad en un mundo tomado por las redes sociales y su espacio público donde se mueven. Lo importante es educar a las nuevas generaciones y proporcionarles las herramientas adecuadas para que gobiernen las nuevas tecnologías y puedan hacerle frente desde la niñez.

Educarlos en los principios de la cultura cívica, la solidaridad, el respeto al otro, a la diferencia de raza, de religión, de lengua, de sexo, y exaltar los Derechos Fundamentales de la persona humana en una sociedad democrática y plural.

Educar a las nuevas generaciones para que tomen consciencia que ahora las Grandes Corporaciones Tecnológicas (Microsoft, Google, Apple, Amazon o Ali Baba), son más poderosas que algunos Estados. Enseñarles que en el escenario internacional no sólo son agentes económicos, sino también actores políticos y militares. Que incentivan gobiernos o sustituyen gobernantes, por la defensa de sus intereses políticos y económicos. Son actores en la Organización de las Naciones Unidas y los Estados, la OIC, la Alianza Atlántica, el G8, los países del BRIC (el Sur Global), el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, etc.

Que defienden el orden que se estableció después de la Segunda Guerra Mundial y no el concierto actual de las naciones del mundo en vías de desarrollo. También se oponen a reformar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Etc. Estas y muchas cosas más hay que tener en cuenta para hacer un análisis objetivo y crítico del hacer de las Grandes Corporaciones Tecnológicas en el concierto internacional.

Los gigantes tecnológicos se están convirtiendo en actores políticos, económicos y militares y, en pocos espacios de tiempo serán determinantes en que una única maniobra ejecutada en el cuadro de distribución de la energía conectada a la red de la corriente de las Grandes Corporaciones Tecnológicas y a la vida moderna –una red dotada de amplias ramificaciones y de múltiples venas- repercutirá a nivel global.

Las reglas de juego político y militar cambian y, a la vez el equilibrio de poderes nacionales e internacionales. El hecho que Microsoft defienda a Ucrania y que toda la información de su Gobierno esté en su nube, responde a como defenderlo si alguien lo ataca y le ayudará también a prevenir el ataque.

Decía en una entrevista al periódico El País de Madrid-España, el experto israelí en inteligencia artificial, ciberseguridad y ciberespionaje, exresponsable en estrategia cibernética del Gobierno de Israel, Eviatar Matania que: “Estamos en una nueva era de comportamiento político en el mundo. Microsoft, por ejemplo, comparte los valores occidentales liberales, pero ¿qué pasaría si no lo hiciera? Es un juego que está apenas en sus inicios, estamos solo empezando a comprenderlo y no solo en cuestión de ciberseguridad. Facebook en Australia libra una batalla por la información.

Hay nuevos actores en la política internacional y el debate sobre lo que pueden o no hacer va a ser muy interesante. Hay una lucha constante entre Silicón Valley y Washington DC, entre tecnólogos y políticos. No quieres que la tecnología decida por ti y en un país democrático prefieres hacerlo a través de la política. Pero hay gente que prefiere que Apple la defienda en lugar de un senador en Washington DC. Esa lucha va a construir un nuevo equilibrio entre los que van a controlar. En Europa, por ejemplo, dominan los reguladores. En EE UU son los tecnólogos, las empresas y Washington DC.AWS”.

Bueno bien, sabemos que existe una lucha entre el técnico y el colectivo técnico, los políticos y los Estados, entre la protección de datos y los estándares de regulación. La UE y Reino Unido están muy avanzados en la protección de datos y la ciberseguridad. Dice Matania que: “EE UU, Rusia y China son las superpotencias en lo ciber desde el punto de vista militar. Por detrás están Reino Unido, Francia, Israel y otros. Pero hay otra carrera interesante, no desde el punto de vista militar, sino de los datos. Y en esa carrera las superpotencias son EE UU, China y la UE. Rusia no. Lejos encuentras a Israel y Reino Unido.

Así que, Rusia no es un actor en la carrera económico-tecnológica de la inteligencia artificial. En Israel se ha hecho un planteamiento doble: uno, para la seguridad de Israel y, otro, para construir un poder global en inteligencia artificial. Ahora bien, gracias a todos los datos que tiene, hay tecnologías basada en Inteligencia Artificial que está cambiando el mundo. EE UU y China compiten en quién va a ser el mejor desarrollador en esa área. Y la UE busca el mejor uso de las tecnologías.

Por ejemplo, Finlandia dice: no podemos competir con EE UU o China en el desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial, pero seremos los mejores clientes. Educaremos a nuestra población en el uso del nuevo lenguaje de datos para conseguir una mejor economía y bienestar. Y la UE dice: voy a ser el mejor usuario y vas a depender de mí por ello”.

Bueno bien, lo importante en el desarrollo de los instrumentos técnicos y la IA, respecto a la educación y la formación de las jóvenes generaciones en las nuevas tecnologías, es fundamental. Enseñarles que vivimos en el tiempo de la era tecnológica, que influye en la vida, la seguridad, la economía y la cultura. Que influyen en las tomas de decisiones políticas y económicas, y como repercuten positiva o negativamente en el espíritu, la sensibilidad, las intuiciones, la curiosidad, los movimientos del pensamiento y el lenguaje. “No necesitan ser tecnólogos, pero sí saber entender cómo usarla, cómo comportarse. Será lo más importante para la próxima década o dos”.

Con la revolución industrial sucedió lo mismo que ahora con la IA; quién esté a la vanguardia en ciber, hará un punto de inflexión a nivel internacional. Porque determinará el Ciberespacio y la Ciberrealidad utilizando la IA. Esto repercute en el manejo de la información, la industria militar, farmacéutica, la economía global, y el poder mundial y la geopolítica, estarán determinadas por la fuerza, las tecnologías de la información, el poder económico y financiero internacional, y la Cultura de lo efímero.

En la actualidad la Inteligencia Artificial y el uso de algoritmos en las tomas de decisiones que se implementan en el mundo, en la justicia penal, la salud, los servicios de bienestar social, la educación, la inmigración, etc.; se están utilizando sin regulación o consulta pública. Debemos educar a las nuevas generaciones en los algoritmos utilizados para vigilarnos, clasificarnos y puntuarnos por sistemas que desconocemos o no entendemos.

Esto significa que estamos entregando la libertad, la autonomía de la voluntad y el pensamiento crítico, a los algoritmos, las imágenes en movimiento, las redes sociales. Por ejemplo, al solicitar un préstamo hipotecario o personal, un empleo o un beneficio del Estado. Esta agresión simbolizada en las máquinas, se está convirtiendo en la más fría e insaciable de todas. ¿Saben por qué? Porque se implementan por los Gobiernos, los bancos, las ciudades e instituciones públicas o privadas, sin regulación y control, entre otros.

Preguntamos, ¿qué tipo de sociedad estamos construyendo mediante el uso de la inteligencia artificial? Como resultado, la IA ha cambiado la forma en que analizamos los datos, tomamos decisiones e interactuamos con nuestros entornos. Como dice Claudia Armesto: “La tecnología de IA también plantea el peligro de replicar los sesgos existentes en la sociedad. Los algoritmos que operan a través del aprendizaje automático aprenden de los datos existentes, entendiendo que estos datos de entrenamiento pueden reflejar los sesgos existentes en la sociedad. Esto plantea el riesgo de incorporar tales sesgos en los futuros programas de toma de decisiones, lo que exacerbaría las desigualdades sociales ya existentes. Si no abordamos estos problemas, corremos el riesgo de crear una sociedad que perpetúe aún más la desigualdad existente y refuerce la exclusión social”.

Es necesario que la joven generación tenga conciencia que, “la llegada de la tecnología de IA también ha llevado a la generación y gestión de grandes cantidades de datos, y esos datos son clasificados en base a una verdad. Con la gran cantidad de datos generados a través de la IA, surge un problema la objetividad de los datos, de privacidad y seguridad de los datos. El tema de la privacidad de los datos ya se ha convertido en una preocupación importante para muchas personas en todo el mundo. El almacenamiento de datos confidenciales, ya sean médicos o personales, tiene el potencial de exponer a las personas a vulnerabilidades que podrían tener un impacto significativo en la sociedad, incluido el robo de identidad, la invasión de la privacidad y el fraude”.

En suma: Las jóvenes generaciones deben educarse para distinguir entre las fake news de la verdad. Una de las futuras luchas será entre la falsedad y la mentira, la verdad y la posverdad, distribuidas en las redes sociales. Veremos la capacidad de construir verdades paralelas, de crear mentiras que seducen, porque atacan y penetran el inconsciente de los jóvenes y de los ciudadanos. Hay que preparar a las jóvenes generaciones, en el ámbito de la curiosidad, la capacidad de asombro, de crítica, de análisis y de juzgar. Es necesario educar a la joven generación y la sociedad en general, para entender cómo abordar la IA y las consecuencias de la automatización que trae consigo.

miércoles, 2 de julio de 2025

 

 

 

             La importancia de los contenidos espirituales del lenguaje en la actualidad

                                                                      Madrid-España a 02/07/2025

 

Antonio Mercado Flórez. Filósofo y Pensador.

Hemos olvidado según Martín Heidegger, “el ser es la protección que resguarda de tal manera a los hombres en su estancia existente en lo relativo a la verdad que la existencia los alberga y les da casa en el lenguaje. Por eso el lenguaje es a un tiempo la casa del ser y la morada de la esencia del hombre”. Sólo porque el lenguaje es “la morada de la esencia del hombre pueden los hombres y cualquier humanidad histórica no estar en casa en su lenguaje, de tal modo que éste se convierte en la recamara de sus manipulaciones”.

Cuando el lenguaje deja de ser la morada del hombre o de cualquier humanidad histórica, se convierte en instrumento de manipulación, de mentira, de engaño, de demagogia o de violencia del Estado y sus instituciones: de los militares, los partidos, los gremios económicos y los grupos de presión. Y, esto es sumamente grave en un Estado de Derecho y en un Sistema democrático.

Sabemos que el lenguaje contiene y expresa en contenidos espirituales, la esencia del ser humano, del mundo y su realidad. Posibilita entre otros la comunicación con el Yo interior, las “formas” del arte, la cultura, la ciencia, la religión o la filosofía. También posibilita la comunicación libre, solidaria y fraterna en una sociedad democrática; y, a la vez, el buen entendimiento entre los miembros de una comunidad o la comunicación entre enemigos. Así, el lenguaje no es una mera evidencia sino la esencia de contenidos espirituales que comunican el pensar y la experiencia.  

Giambattista Vico (Siglo XVIII) expresó que, comprender es ponerse en la perspectiva de aquellos que hablan a otros, a quien también nosotros podemos oír. Dijo que, rastreando la historia de las palabras, podemos rastrear la actitud hacía las cosas que expresan esas palabras, el papel que desempeñaron en las vidas de aquellos que queremos comprender. Este es el motivo de que la historia de los lenguajes tenga una importancia crucial. Lo mismo se puede decir de la historia de los mitos, del arte, de la ley y de la religión.     

El pensar es una forma del lenguaje y no una mera evidencia; una parte de la esencia del lenguaje en su expresión y con la que forma un todo. Así pues, el lenguaje también puede convertirse en instrumento de las manipulaciones psicológicas, morales o, instrumento de odio del ser humano. Cuando los hombres no habitan su morada se convierte en utensilio de su voluntad. En otros términos, en voluntad de poder, de coacción, de dominio o, de muerte. Entendido el lenguaje de esa manera, oscurece la verdad del ser y la esencia del hombre; incapaz es, de expresar el ente en cuanto ser del ente, o sea la naturaleza, el mundo y el fundamento de éste.

El lenguaje es azas misterioso, contradictorio, ambiguo, insondable, multifocal, y los hombres desde los tiempos remotos saben que edifica o destruye al ser humano. Quien ejerce el poder instituye un tipo de lenguaje y éste legitima la fuerza, el derecho y el poder. Como dijo Michel Foucault: el poder crea saber y el saber crea poder. No hay que olvidar que el lenguaje posibilita alcanzar lo sagrado y puro que mora en los cielos estrellados, también bajar a las cloacas del mundo y de la existencia.

Cuando el lenguaje se manipula en función de la ideología, del dogma religioso o secular, se falsea. La mentira reemplaza la verdad y pasa a la recamara del lenguaje. Así que, al perder la mediatez con las cosas se oscurecen los contenidos espirituales que comunica. Asimismo, pierde su sentido evocador, mágico y trascendente. Al hacerlo obedece a la razón o, a los instintos; no a la esencia del hombre, lo que constituye la humanidad de ser humano y no inhumano. Cuando sucede el espíritu de la lengua se mancha, se nubla o, se envenena.

Desde los tiempos del griego Antiguo, la espiritualidad implica la libertad e infiere al mismo tiempo, las preguntas fundamentales de la existencia y del mundo, ¿quién soy? ¿cuál es el sentido de la vida? ¿por qué vivo así y no de otra manera? ¿cuál es el lugar que ocupa el hombre en la sociedad y en el mundo? Si preguntamos por lo fundamental de la existencia –la libertad, la fraternidad, el respeto al otro, el amor, la dignidad, la solidaridad, etc.-, respondemos como una práctica espiritual. Así, el pensamiento es la actividad del espíritu de autorreflexión que busca el “significado”, en el sentido Kantiano.

En La vida del espíritu, Hannah Arendt se refiere a éste “como la actividad del pensamiento y del juicio que puede iniciarse o detenerse según la voluntad del sujeto”. Así que, las preguntas fundamentales se oponen a cualquier dogmatismo y, en particular, al religioso que ofrece respuestas sencillas y pide creer en ellas. Estas preguntas sondean la condición humana que es la que da sentido a la vida, al mundo y su realidad.

En este orden, la falsedad del lenguaje en la modernidad toma “forma” y “contenido” en el Estado, la política, la economía, la religión, los instrumentos técnicos y la cultura. El técnico, el político, el banquero, no están a la altura para que el espíritu afluya a ellos. Porque este tipo de individuos es amante de los gustos gruesos o del exceso. Casi siempre olvidamos que estamos asentados en humores. También el sudor y las lágrimas significan que la vida está activa en regiones hondas de la salud – al decir de Ernst Jünger.

En esta alta civilización técnica, de sociedad de masas y de cultura de masas, olvidamos que la vida no la abarca en su totalidad los instrumentos técnicos, la ciencia, la economía, el Estado, las finanzas internacionales, sino que hay que mirar con otros cristales. Mirar con los ojos de la sensibilidad, del alma o del espíritu, qué se oculta detrás del forro de los fenómenos. Por ejemplo, poner la técnica al servicio de las necesidades humanas (materiales, intelectivas, los saberes y las prácticas sociales), e ir al encuentro del sentido de la existencia.

 En consecuencia, en el mundo moderno el hombre deviene en un proceso de simplificación de la existencia y quien está al borde del abismo sabe que “no faltan esfuerzos tendentes a ganar un mundo que tenga vigencia y valoraciones nuevas y más poderosas”, expresó en su día Jünger. 

La mayoría de las veces nos atenemos a los fenómenos, a las imágenes o a las cifras, que presenta el Gran Poder. Por eso en un mundo dominado por la materia y la futilidad, el ser humano es incapaz de transpirar y llorar. Desconoce que la vida tiene otras caras; así que “lo húmedo en lo espiritual, como lo de jugoso, de musgoso, de frescor de bosque hay en la poesía. Y sobre todo lo que en ellas hay de fontanal, sobreabundancia de imágenes y de palabras, en cuyo cause van flotando las partículas sólidas”.

Por tanto, en este mundo evanescente y fugaz, necesario es, que despertemos la curiosidad, la capacidad de asombro, de imaginación, de pensamiento y reflexión; porque estamos abocados a la disolución de los atributos de la existencia. Vemos la zona de la sentimentalidad, la subjetividad y la espiritualidad alejarse de los verdaderos requerimientos humanos. Y, esto es sumamente trágico para el futuro del hombre sobre la Tierra.

Los instrumentos técnicos están adquiriendo tal poder que se sobreponen a la voluntad y a la libertad en las tomas de decisiones. Eso podemos observarlo en “la vida cotidiana cuando el carácter de confort de nuestra técnica está fusionándose de modo cada vez más inequívoco con un carácter instrumental de poder”. Así, pues, en pocos espacios de tiempo los instrumentos técnicos (la Inteligencia Artificial, los ordenadores cuánticos, las máquinas automatizadas, la robótica, etc.)., en su fusión crearan mundos paralelos que ocuparemos a la vez; y la teoría de cuerdas romperá con la ciencia tradicional o clásica; y a la vez, el ser humano cederá su libertad, más no su capacidad de crear, la imaginación creadora de formas, la capacidad de interrogar y de asombro, a las máquinas y al automatismo.

Esto hará del hombre un ser desgraciado y despojado de la esencia que lo define como tal: alguien vecino del ser, que cuida la casa del ser: el lenguaje. Y posibilita que el pensar comunique la verdad del ser y la esencia del hombre. También que, en las esferas del preguntar, del hacer y de juzgar, el hombre tenga la posibilidad de distinguir entre el utilitarismo, el pragmatismo y la posición ante la vida, el mundo y su realidad, fundada en una aceptación de reglas universales absolutas.

Como expresó Isaiah Berlin en la entrevista que concede a Bryan Magee. “No es tarea del filósofo moral ordenarle a un hombre cuál de éstas hacer propia, pero si le compete explicarle cuáles son las cuestiones y los valores que están en juego; examinar y juzgar los argumentos a favor y en contra de diversas conclusiones; esclarecer que formas de vida se encuentran en conflicto, los fines de la vida y, quizá, los costos entre los que tiene que elegir”. Además, el pensar induce al “hombre a aceptar su responsabilidad personal, y hacer lo que considere correcto; su elección será racional si advierte conforme a que principios elige, y será libre sí pudo haber elegido de otra manera. Tales opciones suelen ser muy angustiantes. Es más fácil obedecer órdenes sin reflexionar”.

En nuestra época vivimos en medio de un dique seco, respecto al pensar, los sentimientos, las experiencias compartidas, el lenguaje y la convivencia en común. Pero en tiempos de nuestros aborígenes hace aproximadamente 30 o 20.000 mil años a. de C. cuando los dioses bajaron de las estrellas; en la época de Hesíodo, por ejemplo, antes que los dioses ocultasen el sustento a los hombres, era el paraíso cristiano. Los primeros seres humanos vivían en la abundancia, en los elementos, y a ellos regresamos después de la muerte.

Ahora por la primacía de la técnica, el paraíso cristiano sólo es una añoranza que tiene miles de años de ausencia. Además, la tecnología otorga su impronta peculiar a los tiempos que vivimos. Su huella se observa en el Estado y las instituciones, la política, la economía, la comunicación, la sociedad y la cultura. Nos referimos al orden técnico en sí, a ese gran espejo en el que se refleja con máxima claridad la creciente objetivación de la vida y se halla impermeabilizado de manera especial contra el acoso del dolor.

            La técnica es nuestro uniforme; dijo Jünger en el texto Sobre el dolor.